Escribo ahora porque tengo miedo de ponerme a pensar en eso, pero mientras escribo me atormenta otro miedo: ¿No volveré a escuchar las canciones de Silvio como antes las escuchaba?, porque ahora las siento como puñaladas en el corazón, cada una más fatal que la anterior. Ahora solo puedo escuchar a Pablo en las mañanas, de noche termino lagrimeando...y no tiene nada que ver con los ciclos femeninos, estoy sensible y no sé por qué demonios, no lo se.
Si estando en la casa acompañada -mi padre está en su cuarto y Jannice en el nuestro- igual me siento sola, que será cuando de verdad esté sola. Que vaina esto de estar solo, cocinas de más, pensando en dos y solo necesitas comida para uno. La mente juega siempre malas pasadas, pero a veces es un puñal mortal, maldita mente. Silvio volvió a clavarme otro puñal con "Ojalá", que horror no tendré ganas de dormir esta noche...necesito como dice Arguedas: un abrazo del mundo...pero el mundo está concentrado en otra parte...al menos esta noche. El vino está helando en el refrigerador, ya está a punto, solo tengo una pregunta... que espero tenga respuesta... lo demás ...se hará de acuerdo a la senda de mi camino.
¿por qué siempre empiezo los lunes con una copa de vino? maldita costumbre infernal.
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