viernes, 14 de mayo de 2010

Soy lo que quiero ser


Soy nube brincando montañas,
soy sol matando las orillas del mar,
soy agua, buscando tu cuerpo,
soy todo y nada, sino estás.

Quiero encontrarme en tu alma,
en tu ser, en tu espacio,
después de quererte tanto,
solo buscaré un tiempo.

Un tiempo, para decir: te quiero,
o partirme en dos.


No quiero abrazarte en sueños,
no quiero besarte en sueños,
no quiero reir contigo,
quiero soñar contigo,
soñar contigo y decir tal vez.

No se si sea lo correcto,
intentar encontrarme entre tu cuerpo,
no se si es lo correcto,
quererte tanto como te quiero.

Solo se que este instante,
soy lo que quiero ser,
solo se en este instante,
soy lo que quiero tener.




sábado, 8 de mayo de 2010

A horas de enfrentarme con ese día


Asumo completamente mis errores, o casi siempre los asumo, o casi siempre me doy cuenta que la cagué, pero es tan difícil decir: lo siento, la cagué.
Asumo que hago las cosas sin afán de joder a nadie, que en mi loca impulsividad hago cosas que no razono, solo las hago y ya. Luego de hechas las analizo y ..la cagué me digo.
Esta semana no la tuve tan bien que digamos, sigo creyendo que lastimé a una amiga sin querer, sigo creyendo que le fallé y aún no le puedo mantener la mirada como antes. La quiero mucho, la aprecio demasiado, la admiro por tener la valentía de seguir como si nada pasara cuando se que en el fondo esta desmoronándose como un castillo de naipes. La admiro por poder mantener la alegría o por aparentarla bien. Yo no puedo, nunca pude, nunca pude guardarme las lágrimas si quería llorar, no podía aguantar y el baño era la puerta de escape. Encerrada en cuatro paredes podía romper en llanto, podía soltar un poco todo el dolor que lleva mi alma.

Ayer tuve mi primera actuación por el día de las madres, y me partí en dos. Lloré por el hecho de ver a mi hija actuar por primera vez, por ver su emoción cuando me buscaba desde el escenario.
Lloré por el hecho de ver a todas las madres junto a un compañero que las engreía y las abrazaba.
Pensé que hice para merecer esto, en que fallé para que me vieran la cara, me puse a sus pies practicamente, le rogué no te vayas, no me dejes por favor, por favor, te amo tanto.
Mi alma está partida, herida, dolida. No por alguien que no supo valorar todo lo que le dí, sino por el hecho de verme hecha pedazos como nunca pensé verme.

Nunca me imaginé sentirme sin autoestima, sin ganas de luchármela, de creer que aún puedo lo que quiera. Tengo miedo de enamorarme y nunca tuve miedo, era de las chicas que hasta daban el primer paso cuando sentian que el chico de sus sueños se demoraría una eternidad en decir: quieres estar conmigo?. Tengo miedo de siquiera ver a los ojos unos minutos al chico que me gusta, titubeo cuando hablamos de cualquier cosa, se me nota, me pongo idiota y lo peor del caso es que ya medio mundo se dio cuenta, menos el, o quiero creer que no se da cuenta.
Y si no le gusto, y si no me quiere, y si solo me ve como su pata, y si, y si, y si. Trato de darle vuelta al tema, de encontrarme nuevamente, de intentar ser la Dina que fui, pero de ella no queda nada, absolutamente nada. Y vuelve el miedo otra vez, y me derrumbo, y vuelvo a cagarla, y jodo lo que no debo joder, y me encierro otra vez en mi pompa de jabón, esperando que alguien se arme de valor y reviente esa maldita burbuja con un alfiler y me diga: vive mujer, vive, respira, sonrie, espero con ansias que sea el, quien me saque de esa maldita burbuja, mientras solo se que vuela en otra burbuja cerca a la mia, me llevo tan bien con el, pero no se si sea el, el adecuado. Si sea el, quien debe ser, si sea el quien me saque de este tormento.

Por mientras no quiero cagarla, no quiero fregar nada, quiero encerrarme, no ver ni decir nada, no herir a nadie, no tener cargas, no deberle a mi conciencia, decirme cada noche: dulces sueños y no malditos sueños tengas. No quiero vivir, no siento tener sentido en la vida, si no fuera por mi hija, hace rato hubiera desaparecido, es tan fácil, tan fácil. Pero quiero que alguien lloré por mi y no lágrimas de cocodrilo, no quiero sólo las lágrimas de mis padres, de mi hermano o de mi hija, quiero las lágrimas de alguien que me ame, no como madre o hija, o hermana. Quiero lágrimas de quien me ame, a mi, as mi ser, a mi risa, a mi. Quiero llevar un lindo apellido de casada, tal vez nunca lo tenga, muero por tener un hijo varón del hombre que ame con toda la fuerza de mi corazón, quiero amar de nuevo, pero tengo miedo tengo miedo un inmenso miedo como nunca lo tuve en toda mi vida, tengo miedo de enamorarme de ti, no debo, no debo. Pero lo hice, me alejo, lo estoy haciendo, no quiero lastimar a nadie, suficiente conmigo. Quiero llevar un lindo apellido de casada y no ir al nido o al trabajo y seguir escuchando: Srta. Prado, tan mio, tan frío, tan mi apellido. Mi madre diría que estoy desesperada por encontrar marido. No no lo estoy, estoy desesperada por encontrar un compañero que es distinto, un compañero con quien reir, llorar, ver una pela, comer pop corn, jugar con el, amar. Tengo tanto amor en mi, como pena en estos momentos. Estoy preparándome para mañana día de la madre, donde solo me saludarán mis padres, mi hermano y mi hija...claro también mi perro. Pero moriré por no recibir rosas y una tarjeta que digan te amo, eres única. Moriré si no acaba el maldito día rápido, quisiera envolverme en mis frazadas y no salir, pensar que ese día no existe. Y levantarme directamente en el lunes, solo para ir a trabajar y olvidarme de todo, hasta de mi, hasta de ti.