Feliz cumple hijita...aunque no tengamos ni pal pastel

Hoy mi hijta cumple un añito de vida, el pecho se me infla, la alegría me embarga y me siento como un pavo real de tanta felicidad. Aunque claro, este opacada porque no tengo ni un ripio en el bolsillo, ni un solo billete que me permita comprar siquiera un chancay de a 20 céntimos.

Grande y linda noticia la de hoy: NO PAGAN, al mejor estilo de melcochita cuando dice: no lo vean!!!, aqui es No lo cobren!!!, en fin. Intento no renegar, porque me hago más vieja, mis líneas faciales acrecientan y después no voy a tener money para la cirugía...además tengo terror a los quirófanos y me parece estúpido gastar un egg de money en una cirugía para que en un par de años estes vieja de nuevo. Mejor invierto ese dinero en algo más productivo.

Es obvio que mi hijita no me pedirá nada, solo mi presencia, pero me siento muy frustrada por el solo hecho de que sea su primer cumpleaños!!!! y no tenga para comprarle la torta!!!!, si, si juro que me calmo, juro que me calmo. ggggrrrrrrrrrrr, no, no me calmo!!!! esoty histérica, furiosa, al borde de un ataque, y no de nervios, sino de iraaaaaaaaaaaa.

1,2,3....(pausa para un respiro profundo) si ya me calmo, ya me calmo, lo juro. Espero poder estar viva para mañana porque el hígado está por reventárseme de tanta bilis pero en fin no puedo hacer nada, porque no tengo nada.

Mañana es otro día, y prefiero no renegar este, porque....OBVIO ES EL CUMPLE DE MI HIJA!!!! y asi no tenga ni pal pastel, tenemos el amor infinito de ambas y aunque de amor no se vive, para un bebé el dinero no es nada. Pero los gestos son todo.

Mi Jannice se conforma con un gran beso, con una sonrisa y con que le cante las canciones de Wilbur, Hi 5, Louie, etc. Su felicidad es tan simple que no necesita nada más.

Feliz cumple hijita linda, al menos salió tu avisito en el diario no???, mínimo jajajja

Feliz cumple hijita aunque no haya pastel.... TE AMO.

Toda la felicidad del mundo en una sonrisa :)

Mañana 21 de agosto, mi Jannice Alejandra Villavicencio Prado, cumplirá un añito de vida.

Y está resfriada, plop, pero su sonrisa es lo que más

amo en este mundo.

Cuando llego a la casa, una desesperación la invade, el solo verme transtorna su mente, se desespera, patalea, sonrie

y llora cuando me ve alejarme directo al baño para lavarme las manos de tanto germen que uno encuentra en el pasamanos del carro o de la combi siniestra que la picó y

de forma embalada y salvaje me trajo en 22 minutos

desde Miraflores a San Juan. (Lo que normalmente

se hace en 45 minutos).

No importa, ya estoy acá, mi hijita me observa detenidamente, como queriendo averiguar donde michi estuve desde la mañana, sus ojos juguetones me observan

y solo basta un beso mío, para que ella se aloque al mismo estilo que un fan cuando recibe un abrazo, siquiera una mirada de su artista favorito, mismo RBD, jajaja.

Mi hija grita de emoción y se trepa a mis brazos, los demás personajes de la habitación simplemente desaparecen ("papito, mamita, gracias, pero ya llegó mi mami", parece decir Jannice mirando a mis padres), ellos solo atinan a reirse y observarnos.

Mi hija como buena periodista (porque fue a clases conmigo en la univ, al menos 7 meses), ve conmigo los noticieros y mis novelas favoritas. Es una viejita en miniatura, reniega y tiene una graciosa mirada analítica de lo que ve. El día del msje a la nación de atorrante mantequillento García, mi hija no dejaba de observar el televisor y fruncir su ceño o reir con cada pachotada del personaje. Y juro por Dios que yo no tuve nada que ver, en el pensamiento de mi hija.

Pero si acepto, que voy inculcándole realidades (la desgracia de gobierno de García es una realidad...y no hablo de esta, sino de la anterior, aunque esta le sigue los mismos pasos...en fin eso es otra historia), contándole cosas, aprendiendo con ella día a día, y quiero aprender con ella todos los días de mi vida.

FELIZ CUMPLE JANNICITA, NO HAY OBRA MÁS IMPORTANTE QUE TU, EN MI VIDA.

Gracias por aparecer de repente (FELIZ CUMPLE MAMI YO SOY TU REGALO), por asustarme la mente (QUE MIERCOLES HAGO???) y por regalarme la sonrisa con la felicidad de los dementes.

Simplemente: TE AMO.

Gatos de bronce= Mi Jannice

Esta canción, me alumbró cada noche, de esos 8 días que pasé en el hospital,

8 días que juro por Dios, me parecieron 8 años.

Tiene el sonido del viento en sus manos (cuando me aplaude)
tiene el secreto del mundo al reves

(cuando es curiosa, aunque no conozca nada)
tiene las palabras exactas una y otra vez (ma..ma.. ma...mamá)
se mueve suave y habla despacito

(cuando recorre su corralito y quiere hablar)
su sonrisa me obliga a correr (simplemente la amo)
mientras ella colorea mis pasos cada vez

(nunca fui tan feliz como lo soy ahora)

con su sombra me enseña un baile (baila de todo)
y unos versos sobre gatos de bronce (tiene una obsesión con los gatos)
con su voz se me olvida hasta el nombre otra vez

(si, ella me saca de este mundo)

pero me siento atrapado de nuevo (en el hospital)
cuando la distancia se acerca (no la tengo cerca)
y me vuelvo a ver tan pequeño otra vez (me puse a llorar)

y que me puede quedar depues de ti, (nada, obvio...nada)
solo verme atrapado y solo, otra vez (este maldito hospital)

Las letras que plasmé, el cuento que inventé sobre el gato de bronce

Estar en el hospital fue una experiencia por demás traumática, me sentí sola, sin mi hija, sin mis padres, sin mi perro. Deseaba con ansias estar en casa, ver a mi hijita, jugar con Yogui mi cooker negro, peludo y juguetón.
Cada noche lloraba, no se porque razón, sentía un vacio sumamente angustiante, que me reprimía en todo sentido, que me quitaba la lucidez. Mientras yo lloraba, a mi alrededor las quejas, el llanto, el olor a muerte casi siempre presente a cada segundo me martirizaba. No quería estar en ese lugar...quería escapar a algún lugar...y fue así como empecé una historia...de arlequines y reyes...donde un gato de bronce...me salvó de milagro.

Depilación gratuita

Era mi segundo día en el policlínico Grau, tuve una noche fatal con mis adorados vecinos (como que pasos y sonidos de nauseas) no son buenos en un hospital y mucho menos al lado de una persona asquienta. 11 am, hora de la revisión del médico, mi primera revisión.

Un sonido que remeció medio hospital salió de mi garganta, me habían arrancado sin piedad el parche que cubría mi chuzo, MALDAD!!!, mi tan contorneada depilación se vió opacada por una curva visible de falta de vello púbico, malditos. Más dolía la depilación que mi herida y encima me sentía mansillada, 5 hombres, entre médicos e internos me vieron el alma sin roche y con frescura. Y encima uno se atrevió a decirme que lo mejor eran las apendicitis, porque con el cuento de curar la herida, te ganabas con la paciente. No sabía si sentirme halagada...o agarrarlo a patadas.

Alguien tenía que responder por mi tragedia, mi depilación había sufrido un transtorno, algún médico debía pagar.

Al día sgte. de la tortura, una tortura mental

Desperté a las 11 am y lo primero que pensé es en mi trabajo. Como estarán?? me preguntaba, ya se acerca 28 de julio... y yo en esta cama, maldita sea, me remordía la conciencia. Pobre mi jefe pensaba, quien estará detrás del chico guapo y coquetón de la sección economía pidiéndole sus fotos con desesperación??, pobre jefe pensaba y odiaba estar en la cama como las personas perezosas sin hacer nada.
Un postit y lapicero salvaron mi condena, mi hermanito había llegado con lo esencial para un enfermo en el hospital, mp3 y papel.
Mientras escuchaba la música se me vino a la mente un compañero de trabajo, supongo que si el estuviera en mi lugar, lo primero que tendría entre sus manos sería un mp3 repleto de silvio rodriguez.
Eso fue suficiente para seguir pensando en mi trabajo y en la cólera que sentía por mi maldición...siempre me perdía las fechas importantes, que tal periodista carambas.
El desfile a puertas y yo en una cama.

El pasadizo de los acongojados

Luego de la operación me trasladaron al pabellón de post cirugía, mi cama la 307, mi vecina de la derecha una señora q se paso toda la noche arrojando víctima de los analgésicos y el dolor de la operación a la vesícula que le habían practicado en la noche. El vecino de la izquierda parecía un alma en pena paseando por el pasadizo toda la noche a consecuencia de 8 puntos gigantescos en todo el bajo vientre, 40 mts menos de intestino.
Y yo, renegando de lo odioso que es dormir boca arriba, pero resignandome por el dolor y por ver a mi tierna madre durmiendo a mis pies, velando mi sueño.
Los padres nunca cambian, los padres son padres asi sus hijos tengan 40 o 50, asi esten casados. Los padres son padres y punto.
Ver el rostro de mi madre luego de la operación me reconfortó, ver algunas canitas que florecían en su tan cuidada cabecita, me hizo pensar en ese futuro incierto o en esa verdad que nadie quiere pensar...uno no cumple un año más...sino un año menos.
Y la sra. de la cama 201 me lo recalcaba, estaba frente a mi...agonizando.
Yo solo pensaba salir de este infierno, de este pasadizo que parecía sin retorno, de el pasadizo de los acongojados..donde yo era una más.

Sin apéndice y con un chuzo en la panza

Llegué al seguro san luis, donde me corresponde ir, porque el idiota padre de mi hija, me inscribió como si viviera en san borja...en fin.
Ahí vieron mi ecografía que me habían realizado en el trabajo de mi mamá, me pusieron un calmante a la vena y solicitaron una ambulancia para llevarme al policlinico Grau, donde me corresponde según zona. Después de dormirme por el calmante llegó mi ambulancia y me llevó al policlínico. Allí llegué a la 1 pm para que me operarán a las 10 de la noche, (si seguro, servicio de nunca acabar).
Una epidural y no me acuerdo de nada hasta que desperté y observé por el espejo que estaban cerrando el corte, mientras el doctor le decia al interno cuando era la pollada de fulanita de tal y las enfermeras decian que era el sabado y que hiria el ex de tal y que facil iba a haber un chongo si se encontraba el Dr. A con el Dr. B, con tan amena conversación solo atiné a dormirme otra vez.

El hospital donde no había un Dr. House (2)

comenzaré mi desgracia:
Estaba degustando un rico chaufa con mi hnito de 22 años en mi casita, viendo mi novela por canal 12 cuando senti un hincon en el lado derecho de mi pancita, mas abajito, solo un poquito nada mas. No le di importancia porque mas interesante estaba mi novela y obvio mi arroz chaufa. A las 11 pm el hincon fue mas agudo y le dije a mi mama que me diera un calmante, pense que se trataba de un colico por el empujon abismal de arroz chaufa que me habia zampado. Pero a eso de las 3 am el dolor era insoportable, yo bien valiente me aguante y segui durmiendo. Cuando me desperte dispuesta a ir a mi torturante y lindo trabajo, el dolor fue peor, empeze a llorar por el dolor insoportable y mi mamá me llevó a su trabajo. El doctor de dos arremetidas contra mi pobre pancita, le dijo a mi mamá: esto es apendicitis y ahorita mismo chapa su combi y se la lleva de emergencia, porque no veo nada bueno con ese dolor.
Llegué a mi casa, saque mi dni, un postit, lapicero y fugué a mi odiado seguro médico, que nunca uso, porque simplemente lo odio. Pero en fin, ese odiado me salvo la vida, claro junto a mi lindo y coqueto Dr. House versión latina.

El hospital donde no habia un Dr. House

"siempre hay alguien que se siente desdichado, aceptemoslo eso me hace feliz", frase celebre de un capitulo de la serie...y por fin sentí que los médicos son felices observando sufrir a los pacientes. Dormir mirando el techo, cuando desde que naci he dormido boca abajo no me resultó agradable, mucho menos que me sacaran el esparadrapo que tapaba mi herida de un tirón sin tener un mínimo de compasión por mis vellos púbicos. Maldita operación de apendicitis, aún me duele hasta el alma.
Me perdí mi viaje a Iquitos, me perdí las 2 segundas palabras de mi hija y lo peor de todo que fueron palabras espectaculares, dijo: "papá caca", en la cara pelada de Franco, jajaja maldición porque no estuve ahí.
Luego de un mes de ausencia recien puedo mover el cuerpo, osea andar, porque moverlo del otro significado, hace meses casi un año, en fin ese es otro tema jajaja.
Bueno volver al centro de trabajo es reconfortante, odio estar sin hacer nada, me desespera. Ya escribiré luego sobre los dr. House que encontre en el hospital, claro ninguno churro pero si sarcásticos los malditos.