
Estar en el hospital fue una experiencia por demás traumática, me sentí sola, sin mi hija, sin mis padres, sin mi perro. Deseaba con ansias estar en casa, ver a mi hijita, jugar con Yogui mi cooker negro, peludo y juguetón.
Cada noche lloraba, no se porque razón, sentía un vacio sumamente angustiante, que me reprimía en todo sentido, que me quitaba la lucidez. Mientras yo lloraba, a mi alrededor las quejas, el llanto, el olor a muerte casi siempre presente a cada segundo me martirizaba. No quería estar en ese lugar...quería escapar a algún lugar...y fue así como empecé una historia...de arlequines y reyes...donde un gato de bronce...me salvó de milagro.
2 comentarios:
ponnos la historia del gato de bronce, queremos leerlaaaaa!!!
siiiiiiiiiiiiiiiiiii!
ponnos la historia del gato de bronce, queremos leerlaaaaa!!!
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