jueves, 25 de febrero de 2010

Haciéndola de Cupido. Es Febrero y es de noche...y ya llegué


En mi vida, habré hecho de Cupido, unas 14 a 18 veces, de las cuales 12 fueron relaciones concretas y en la actualidad perduran 4. Creo que tengo ese don de alucinarme sucursal corazón y si puedo hechar la mano y me la piden con esos fines, nunca digo no. Mas aún si se tratara de mi hermano, aunque me resulte imposible no puedo creer haberle dado la mano a mi hermano en esas cuestiones. Hubiese jurado que el necesitaría de mil personas antes que venir conmigo, sin embargo eso sucedió.

Me alegra mucho darme cuenta que no he perdido a mi hermano como supuse, simplemente el tiempo pasa y a veces hay cosas que no puedes o simplemente no quieres contarle precisamente a tu hermana. Sin embargo, eso pasó el martes 23 y me sentí muy bien de haber estado ahí en ese momento. Fui testigo presencial de una reconciliación, mientras frente a nuestras bancas (porque nos encontrabamos en un parque) una pareja se miraba, se abrazaba, reían. Mientras nosotros realizabamos la contraparte de la historia: llorabamos, nos mirabamos (más yo que los miraba, porque cuando ya pasaban a conversar, me decia: Que miercoles haces acá!!).

En fin, la historia acabó como debio, segundo capítulo por escribirse y espero que sea largo. Mientras tanto tengo que agradecer al creador por permitirme seguir viendo los detalles más hermosos de la vida: un simple te quiero o un te amo sincero, que empezó con latas de cervezas y una bolsita de snacks y terminó con un trio de hamburguesas en la Av. Aviación. Eran las 2 de la madrugada y no sentía tanta felicidad en mi corazón: mi hermano estaba contento...y yo... había sido mediadora de aquella felicidad. La noche fue espectacular ...y no necesite acompañante...yo lo era...y jamás me sentí tan feliz de serlo.

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