miércoles, 25 de diciembre de 2013

Ser joven y ese bendito camino que recorrer...qué? falta más??

Ya perdí la cuenta de cuantas veces me han dicho que aún soy muy joven y tengo mucho camino por recorrer. Creo que para mis 33, he recorrido ya mucho camino y me he cansado de la misma forma.
Así como la edad no es sinónimo de madurez, tampoco lo es de la experiencia. 
A mi corta edad, a mi juventud, como dicen mi gran grupo de amigos mayores que yo, me falta mucho por vivir...y me pregunto: falta más miércoles que vivir?? osea voy a llorar más todavía?? mi Corin Tellado no es suficiente?? chesu, yo pensé que ya había pasado todo en esta vida, pero no, al parecer falta más tragedia y voy por el clímax número cuchumil enésimo a la botellita de jerez, y ni hablemos, ni siquiera pensemos en un desenlace, porque a esta obra teatral le faltan mmm, 40 años más de tragedias, descontando las veces que me porto bien espero que Dios me rebaje esas tragedias a 20 y si puede menos, mejor.

Yo también he vivido mil vidas a mis 33, perdí a los amores de mi vida dos veces, perdí las ganas de vivir en siete oportunidades, tres intentos de suicidio, perdí eso que dicen es importante en una mujer en los brazos de un idiota que no supo valorar eso que le llaman el bien más preciado de una mujer, y la verdad hubiese querido perderla a los doce con ese hombre ocho años mayor que yo pero que me amaba y me quería tanto que supo respetar ese bien preciado a pesar de que teníamos horas de horas para nosotros solos en una casa de tres pisos. Esas horas eran más dulces leyendo, escuchando música, cantando.

No negaré que teníamos momentos sumamente excitantes, habían momentos de gemidos entre besos y una mano que siempre se detenía en mi ombligo y por más que fuera yo la que quisiera hacerla avanzar, no se dejaba. A ese extremo me respetaba ese hombre, el amor de mi vida que perdí dos veces. Una por cuestiones de sociedad, la otra por determinación propia. El dolor de perder al amor de la vida es tan grande como la alegría de dar a luz a un hijo. Esos sentimientos encontrados pero que a la vez están tan unidos. Algunos dicen: ay pero como puede ser más mujer que madre, o cómo puede no darse una oportunidad la pobre con todos los hijos que tiene (si el caso fuera de una mujer con varios hijos). El detalle está en que a la sociedad le encanta hablar de más, hablar sin  tener noción de lo que realmente pasa. En buen cristiano: hablar huevadas pues.

Una mujer puede bien tomar cualquiera de los dos caminos, y no deja de ser mujer. Acaso ser madre es la razón de la existencia de una mujer? procrear es nuestro único fin para ser feliz? Yo tengo una hija y no me siento feliz. Que Dios me perdone, pero quiero un hombre para ser totalmente feliz, porque me lo merezco, porque como dicen mis cuchumil amigos: eres un pan de Dios pues Dina. Ok, soy un pan de lo que quieras, pero ese hombre que busco no llega y ya tengo 33, me quedan tan solo cuatro años más para poder procrear otra vez, porque eso sí, yo quiero mi hijito varón, a quien ponerle su camisetita de la U, porque para remate mi hija me salió del Sporting Cristal y no hay nadie que grite conmigo los goles de mi amado club. ¿A quién llevaré al estadio Monumental? aún no soy tía, aunque sería muy reconfortante que mi sobrina o sobrino fuera crema, en compensación a que mi hermano volvió celeste a mi retoño, pero esa es otra historia.

Una mujer, no deja de ser madre si piensa en un hombre, en el sexo, en hacer el amor, porque no es lo mismo una y otra cosa, eso todos lo tenemos claro. Pero a las mujeres, o a la mayoría de ellas les encanta hacer el amor más que tener sexo, y si ese hombre tiene sexo, esa mujer le hace el amor. Pero esa también es historia de otro post, que algún día me atreveré a realizar. Pero regresando al tema de la edad y de lo que falta por vivir, osea hay más por sufrir?? porque seamos sinceros, del 100% de la vida, el 88.5 es para sufrir y va desde los pagos, el sueldo miserable que no alcanza para nada, las cosas que no puedes comprar, hasta el amor que no quiere llegar, pero mientras esperamos a que llegue siguen apareciendo en la vida la retafila de ilusiones, desengaños y demás por culpa de un amor correspondido o no, pero que apareció en un momento y alteró tu vida tranquila y feliz. Y entre todos esos amores e ilusiones (en mi vida mmm a ver son un total de once, solo los hombres de los que me enamoré, no de los que me llevé a la cama, que por cierto son menos todavía) y que cómo dice un buen amigo mío: que desgracia tu vida mamita, con tanto lomo y nada de degustaciones. Porque eso si, mi vida sexual no va de la mano con un gusto, en mi caso no. Cuando he llegado a la cama, ha sido porque ese hombre tenía algo más que una cara bonita (cosa que por cierto nunca me ha interesado) porque yo siempre me he fijado en la conversación de un hombre, en su forma de ser, en sus pensamientos, en que quiere de la vida y si hablamos de algo físico, su sonrisa tiene que derretirme y si cuando se ríe tiene la risa de un niño, entonces estoy completamente enamorada como una chiquilla de once que por primera vez siente el amor.

Pero ya tengo 33 y soy joven, según mis amigos mayores, y aún me falta camino por recorrer, pero por el amor de Dios que no sea un camino cochambroso, por favor Señor.








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