El señor M, es impredecible, raro, extraño. Es en si una cajita de sorpresas, gratificante e incierta. No se que espera de mi, ni yo que espero de el, pero es gracioso, no puedo contener la risa cuando escribo sobre el, me da risa, su comportamiento a lo gigolo me resulta fascinante. No puedo negarlo, es bueno, muy bueno para ser exacta, sabe declamarte un buen poema en el momento exacto y sabe jugar sus cartas también. Es gracioso cuando debe serlo y coqueto cuando ve preparado el camino (por cierto intenta prepararlo lo más rápido posible, no pierde el tiempo).
A veces me pegunto como hubiera sido antes de que le fallaran, como sería el antiguo señor M? Sería dulce? no pensaría solo en el sexo? en que temas basaría su estrategia de marketing para presentar su reel de actividades? jajajaja Me extraña, me siento como una arqueóloga tratando de descifrarlo como cultura antigua, ni tan antigua que digamos si me lleva sólo un año. Tiene 30 y me encanta que tenga ese número exacto, lo veo y lo siento como un vino de buena cosecha. Será porque probé un poco de aquel vino? jajaja. No lo se, pero en estos momentos me siento como enóloga, al borde de catar un buen vino...un cabernet sauvignon... jajaja y este si que me gustó, tiene aroma, cuerpo y se nota que viene de muy buena cava. Dios mio como puedo hablar asi? no importa, soy periodista, tengo libertad de expresión jijiji. Salud!!
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