Y el paraíso se hizo con hombre y mujer
porque aunque una saliera de la costilla
está unida a el, en cuerpo, mente y alma.
Conocieron los placeres del mundo mundano
ella puso el rostro sobre su pecho, el la abrazaba
sintiendo amor, gracias a ello que existe un mundo
gracias a la locura del frenesí de un amor.
Juntos una casa crearon, juntos se enlazaron
los hijos llegaron y el amor se acrecentó.
Pero no todas las historias son tan lindas
como cuentos de hadas, no todas acaban feliz
algunos no conocen de amores, solo de dolores
de traiciones y engaños, de frustración, de rencor.
Una mujer llora su pena, aunque a veces se consuela
cuando ve el mar resplandecer, muy a lo lejos en el anochecer
sueña con cabalgar en un corcel, que la haga desaparecer
sueña también con sus locuras, con sus risas, con su llanto
y con aquel ser, que espera para amarlo tanto.
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